Consumos inteligentes

23 de agosto de 2023
Consumos inteligentes

Por Lic. Claudia Quevedo MN 1180

Hola! ¿Cómo están?

Hoy quiero dejarles algunas ideas para “luchar contra” los precios de los alimentos e intentar, como siempre, seguir con el mejor cuidado posible de nuestra alimentación, orientado desde “EDAD FELIZ”. A pedido de quienes me escriben van algunas ideas sobre cómo comer mejor.

A veces, pequeños cambios o detalles, o tomar decisiones nuevas, permite corregir defectos de nuestra gestión  en alimentación; y hoy querría referirme a aquellos cambios que “cruzados” con cuestiones de los precios de la comida, impactan en nuestros gastos y/o salud. La idea, entonces, es reducirlos, o al menos no aumentarlos.

En principio comprar hortalizas y frutas de la época del año en la que estamos, parece una obviedad, pero a veces por deseo de comer algo específico nos empeñamos en conseguir, carísimo, un alimento que no está en la estación de año correspondiente a su producción y el que conseguimos es importado. Ejemplo: las frutillas a 3000 pesos el kilo, definitivamente hay que esperar un par de meses más (aclarando que no sé cuando se publicará el artículo, podemos pensar en ellas desde septiembre, no antes). Tampoco te empeñes en comer kiwis.

Actualmente, en agosto zanahorias, berenjenas, zapallitos, repollos, calabazas están 6 veces por debajo en precio que otros vegetales y/o frutas.

En algunas oportunidades entre desperdicios y disponibilidad puede convenir comprar de algunas frutas y verduras su versión congelada o enlatada, hay que comparar todo e ir a la compra con que anotar buscando el mejor perfil según cada lugar. Sí, lamentablemente, la compra inteligente no puede hacerse toda, en un mismo sitio. Frutas y verduras pueden ser mejor opción en verdulerías que en los supermercados. Las setas (champigñones, Portobello, etc.) están 150 a 200 pesos POR UNIDAD, no es momento, salvo vayas a una huerta propia.

EL consumo más habitual de los argentinos es lechuga y tomate, entre sus distintas variedades hay un  400 % de diferencia. Como los nutrientes que aportan pueden sustituirse por los contendidos en otros vegetales, no los compres cuando tienen ese precio. 

Recuerda el “modelo del plato”: personas adultas sanas requieren una porción de un cuarto del plato del rubro proteínas, no hace falta (salvo situaciones específicas que deben consultarse) comer porciones de carnes y derivados muy grandes o que llenen el plato: las carnes son un complemento, comemos mucho (y gastamos mucho) por hábito y no por necesidad. Para la base de los platos: cereales y legumbres, tener en cuenta que en “dietéticas” o “tiendas de diseño” suelen ser más costosos que donde pasan más desapercibidos. Cuidado con las ventas tipo “segundo paquete al 70 %” , tan comunes hoy en todas partes, el 70% de un precio muy alto (el del primer envase) pueden ser mucho dinero, mi sugerencia actual, salvo sea un producto que consumas mucho, compra lo realmente necesario.

Ahora algunos consejos cortitos:

  • La remolacha se come toda: no tires los tallos y hojas con los que viene, o tirarás la mitad de lo pagado y valores nutricionales útiles. Las hojas y tallos sirven para sopas, procesados como base para ñoquis, como rellenos y también como los tubérculos, para ensalada. El valor en hierro de sus hojas es superior al resto de la planta.
  • El apio se puede comer completo: no hace falta eliminar sus hojas.
  • Las papas y boniatos se pueden comer con sus cáscaras, previamente muy bien lavados y estamos incorporando “fibras” a la alimentación.
  • Siempre hemos sabido que los “envases grandes” suelen ser más baratos por kilo de producto, ejemplo “arvejas”, pero muchas veces como nadie compra los más pequeños están en super oferta. Puedes mirar en los supermercados los precios “por kilo de producto” y no por unidad.
  • Si en tu casa se usa poca leche, puede convenir en lugar de tirar la que se va venciendo, comprar leche en polvo. El precio por litro reconstituido suele ser similar (ver marcas) y dura meses sin desperdicios.
  • ¿Hay celíacos en la casa?: es momento de amasar en forma casera, galletas, pizzas, panes, etc. y no de comprarlos ya listos. He encontrado diferencias de un 800 % estos días haciendo una cosa en lugar de otra.
  • Para mejorar la alimentación: manzanas, pasas de uva, bananas son útiles en las recetas en sustitución de los azúcares y edulcorantes. Tomas muchos edulcorantes?Es el momento de mejorar la nutrición general y bajar su consumo en forma gradual, acostúmbrate al gusto natural de las comidas y se ahorra mucho dinero en consecuencia.
  • En el caso de las mermeladas y dulces, son el doble de costosas las de tipo “dietético”, puedes comer menos cantidad de las comunes (problemas de salud puntuales que se vinculen a nutrición, consulta con tu nutricionista. Estas ayudas son generales para la población, no sustituyen ninguna de las consultas que esté indicado hacer por tu caso en especial).  Los dulces pueden hacerse en casa, cada frasco de lo obtenido te costará aproximadamente la cuarta parte de un dulce comprado, que a veces ni tiene la fruta visible.
  • Las que llamamos “galletitas dulces” suelen tener (hay algunas mejores) lípidos o grasas negativas para la salud, pocas fibras, alto valor en calorías, mucho azúcar: no son un “buen alimento”, de hecho a veces aportan “ultra procesados” que se recomienda evitar y son caras. No es obligatorio que los niños las coman, puedes cambiar su desayuno por “comida” o pastelería casera. Busca preparaciones mejores (caseros de banana, lenteja o zanahoria y manzana).
  • En general: busca ideas y recetas y amígate con la cocina: estarás mejor alimentado/a y ahorrarás dinero. Se puede cocinar en casa con niños y adolescentes y transformar algo que crees es “sólo trabajo”, en una experiencia linda para compartir con tus hijos. Integra a toda la familia al cocinar, mientras preparan unas ricas aguas de mandarina, menta o jengibre para sustituir las “gaseosas” y jugos no naturales”.
  • Además recicla, reutiliza y cuida el ambiente.

Hasta la próxima!, CQ